Dos deliciosas estrellas en una semana.

Aunque para mis amigos y conocidos, por lejanía no sea útil del todo, aqui dejo un par de experiencias en dos restaurantes de cocina de autor sin excesivas pretensiones, de los que hemos podido disfrutar Gore y yo esta semana en Londres. Ambos con una estrella Michelín, surgieron de la ocasión de mi cumpleaños para así poder darnos sendos homenajes al paladar y degustar este nivel de cocina. Un caro pero delicioso hobby.

El primero, Hakkasan en Hanway Place. Un restaurante de cocina china (que no «un restaurante Chino») mítico y muy recomendado en Londres. El local es moderno, en exceso a veces (tienes que pensártelo dos veces para acertar el lavabo correcto), pero muy agradable. En la puerta y llegando 15 minutos tarde pasamos sin problemas sin estar en la lista de reservas, luego primer filtro inútil… supongo. Una vez dentro, pasas por la zona de abrigos. Rito habitual que puede parecer curioso, ya que todos los restaurantes de calidad media-alta lo tienen (gratis y organizado), pero que con un país en el que hay 8 0 10 meses de frío tiene un obvio sentido. Acto seguido nos acompañan a la mesa en la que nos sentamos juntos, lado a lado, rescatando una vieja y romántico-acertada manera de sentarse en una mesa con tu pareja. En pleno debate de carta nos llega un camarero que detecta que somos españoles y cometemos entonces uno de los típicos errores de restaurante (encima advertidos por el blog del comidista) al hacernos «amigos». El chico, un simpático italiano con novia Malagueña graciosamente nos chapurreó en lo que bautizaremos como Nandalutaliano (o dícese de Napolitano con deje andaluz perdido en Londres) los platos clave de una carta que ofrecía poco margen de error, para recomendarnos una mezcla de clásicos chinos como un interesante mix de dim-sum o el Wok fried XO lamb chop, cordero cocinado con pinceladas de cocina inglesa que se te deshacía en la boca. El postre lo íbamos a acabar también de su mano (madrecita me dije). Pero cuando llegó la bomba de chocolate con cacahuetes, macadamia y demás treats, se transformó en lo mejor de la noche sin duda, sobre todo porque finalmente fue idea de mi amada y vino con una velita de cumpleaños y feliz cumpleaños escrito en el plato con letras de chocolate.

Los contras, para mi gusto, es que el local estaba demasiado abarrotado y por lo tanto a ratos era muy ruidoso. El precio un poco elevado y del servicio solo se salvó el sumiller. Sin estarnos de nada y sin pasarnos con el vino, 80 GBP por cabeza con vino y bomba de cumpleaños. Dejo un par de fotos para deleite de la vista.

El segundo ha sido para la comida de hoy. Se trata de L’Autre Pied, un restaurante con más aire de cocina de autor que el anterior (con Marcus Eaves y Andy McFadden) situado en Blandford street, W1. Una zona muy interesante, bien ubicada y sin mucho tufillo a pseudoposh como otros barrios de Mayfair pueden tener. Por suerte, el día también acompañó con unos bienvenidos 20º, lo que en London es casi una delicia sobre todo cuando te mueves en moto.

De cocina francesa, la carta es original y fresca aunque un poco recargada en algún plato. Y cuando digo recargada, siempre para mi gusto, es mezclar varios protagonistas en un mismo plato. Pero no nos liemos, delicioso. Mi primero, ceviche crudo marinado en Lima, Mizuna cream y pepino, todo regado con una vinagreta de cítricos (foto abajo), era tal vez el ejemplo de exceso de personalidad, con el marinado y la vinagreta peleando por sobreponerse. Pero complaints aparte, como nota global le pondría un notable alto. Buen servicio, rozando lo pesado a veces. La estrella por comparación, merecida por la zona baja. Tal vez por llevar apellido gabacho, como los que te puedes encontrar en París. Aunque no nos engañemos, al fin y al cabo barren para casa no?

El precio no fue exagerado. Cazamos una oferta de Sunday lunch por 30 GBP (3 courses menu) más un razonable vino blanco francés (seco y agridulce) y servicio. Total, 55 GBP por cabeza.

Dejo unas fotos para la posteridad de algunos de los platos. No me pongo a explicarlos para no hacerlo muy pesado, además, el campeón de la mesa fue el postre de Gore, «Almond Panna Cotta, Marinated Prunes, Raisin Puree, Tonka Bean, Cardamon Ice Cream». Not superb, the next level.

Y a disfrutar de lo que queda de domingo.