No es foto todo lo que reluce.
Así como en Matrix la chica del vestido rojo era una creación virtual de «Mouse», la pelirroja de la «portada» es obra (puede que basada en algún personaje real) de Samuel Silva y está hecha con un «ballpoint pen». Un bolígrafo vamos. Y como este artista, en el post de hoy (por cortesía de mi amiga Rose), abajo dejo un ejemplo del verdadero talento de como expresar con el máximo detalle todo tipo de situaciones y personajes cotidianos con un realismo capaz de hacerte acercar a la pantalla hasta poner cara de tonto mientras te repites «que fuerte».
Yo siempre he sido partidario de clasificar el verdadero arte como el absoluto dominio en el manejo de tus armas a la hora de expresar lo que tu corazón late o mente piensa. Y si además esto es comparable con la realidad, y encima se confunde con ella, pues no hay dudas de que el talento es indiscutible. Desde bolígrafo, acrílico, grafito, etc estos maestros consiguen sacar lo máximo de sus herramientas para sorprender a todo el mundo con trabajos que para la mayoría son difíciles de creer.
Sino, pues ver (aquí) para creer.
Ray Hare. Acrílico.
Thomas Arvid. Glicée.
Pedro Campos. Óleo.
Gregory Thielker. Óleo
Kelvin Okafor. Grafito
Franco Clun. Lápiz
Omar Ortiz. Óleo
Robert Longo. Carboncillo Vegetal
Dirk Dzimirsky. Grafito
Alyssa Monks. Óleo
Ben Weiner. Óleo
Cristina K. Pastel.
Daisy. Carboncillo vegetal
Bryan Drury. Óleo
Robert Longo. Carboncillo vegetal
Robin Eley. Óleo
Gottfried Helnwein. Óleo
Diego Fazio. Carboncillo vegetal
Paul Cadden. Pencil
Kamalky Laureano. Acrílico
Mike Bayne. Óleo